Sencillez, naturalidad, funcionalidad…son términos que un buen amante del look scandi debe conocer. Éste estilo vió su origen en Dinamarca hace 50 años y aún sigue marcando tendencia.
Alfombras de pelo largo, mesas y banquetas de madera, complementos de suaves líneas geométricas y tonos neutros como el blanco o el gris en contraste con el negro son signos de que nos encontramos en un ambiente scandi. Originario de los Países Bajos y mundialmente conocido, éste estilo se caracteriza por la simplicidad de sus formas y el entorno de confort que nos ofrece especialmente en los meses de Invierno. Las sillas DSW se visten con pieles de oveja para ofrecernos un asiento mullido donde disfrutar leyendo un libro, unas simples ramas y un jarrón de cristal son suficientes para darle un toque a cualquier rincón y un conjunto de velas estratégicamente ubicadas harán las delicias de las tardes frías, aunque no tengas chimenea.
Además es una corriente muy flexible ya que acepta muy bien otros estilos como el árabe, con sus preciosos faroles o las ya archifamosas alfombras bereberes Azilal. Un perfecto ejemplo de estas geniales fusiones lo encontramos en el libro “American Fashion Designers at Home” publicado por la editorial Assouline, el resultado de ésta mezcla es algo más sofisticado pero sigue conservando la luminosidad y el confort característico del Escandi original. A mí me gusta especialmente ésta fusión, ¿vosotr@s con cuál os quedáis?.